El debate en torno al proyecto de ley de Rendición de Cuentas en la Cámara de Representantes de Uruguay tuvo un enfoque dominante en el Plan de Salud Mental y Adicciones promovido por el gobierno local, así como en las negociaciones de Cabildo Abierto para brindar respaldo al texto a cambio de asignar recursos a las Fuerzas Armadas en el Senado.
Sin embargo, entre los numerosos artículos aprobados por los diputados la semana pasada, dos en particular han captado la atención debido a su potencial impacto en la permanencia de una multinacional en el país, en caso de que también sean ratificados por la Cámara de Senadores, que formalmente ingresó el proyecto días atrás.
En una carta enviada al Ministro de Educación y Cultura, Pablo Da Silveira, con fecha del 19 de julio y a la cual tuvo acceso El País, la plataforma multinacional de servicios de música, Spotify, expresó su preocupación acerca de las implicancias de estas disposiciones en relación a la operación de la compañía en Uruguay. La esencia de su inquietud radica en que las modificaciones propuestas en los artículos 284 y 285 de la ley de derechos de autor podrían tener un impacto adverso en su modelo de negocio.
El artículo 284 amplía el alcance de la ley de derechos de autor para abarcar también a internet y las redes sociales como medios de reproducción musical sujetos a la obligación de retribuir a los intérpretes. Por otro lado, el artículo 285 introduce la noción de que los acuerdos entre diversos actores del ámbito creativo, tales como autores, compositores, artistas intérpretes, directores y guionistas, relacionados con la comunicación pública y disposición al público de fonogramas y grabaciones audiovisuales, conllevan el derecho a una remuneración justa y equitativa por su explotación.
La carta de Spotify destacó que estas modificaciones implicarían pagos adicionales obligatorios por los servicios de música proporcionados por la plataforma. La compañía sostiene que estos costos adicionales se sumarían a los montos ya abonados a discográficas y autores, lo que podría impactar negativamente su capacidad de inversión y la provisión de servicios a precios razonables para los usuarios. Además, Spotify subrayó que estos cambios alterarían significativamente el entorno comercial de la música grabada y potencialmente interferirían con las relaciones contractuales privadas.
La empresa resaltó su preocupación por la posibilidad de que las plataformas de streaming deban pagar dos veces por el mismo contenido que ya ha sido licenciado por sellos discográficos, lo que resultaría en pagos duplicados injustos.