El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, y la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, se cruzaron duro por los problemas de abastecimiento de agua potable y las consecuencias del aumento de la salinidad de la misma.
La intendenta de Montevideo siguió con el cruce y este viernes utilizó su cuenta en Twitter para responder a Lacalle Pou: “Estamos para colaborar. Barco parado no gana flete”.
“En la tarde de ayer informé al presidente que la IM está relevando de todos los pozos de agua, públicos y privados en Montevideo, además de estar analizando muestras. Puse a disposición esa información y a nuestros técnicos”, indicó Cosse.
La provisión de agua salada por parte de OSE como parte de la estrategia para extender las reservas de agua potable ha dominado la semana política en Uruguay, con intercambios de acusaciones entre el oficialismo y la oposición e, incluso, entre directivos de los organismos estatales involucrados.
Ayer, el ministro de Ambiente, Roberto Bouvier, reconoció que el agua suministrada por la Administración Nacional de las Obras Sanitarias del Estado “ no es potable”, aunque señaló que sí “es bebible y consumible”.
La empresa estatal aumentó por segunda vez los niveles de salinidad en la mezcla para hacer durar más las reservas, que escasean producto de la sequía.