El presidente Luis Lacalle Pou dio su anteúltimo discurso ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, en el marco del 78° período de sesiones y con el foco puesto en la “Agenda 2030” y sus Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) hacia la paz, la prosperidad, el progreso y la sostenibilidad de todos”.
Frente a los líderes mundiales, Lacalle Pou aseguró que «Uruguay llega con una democracia plena y estable» a la cumbre y resaltó la marcha de la economía al señalar: “A pesar de la pandemia, de la invasión rusa y de distintos factores climáticos nuestro país ha recuperado la economía que tenía antes de la pandemia”.
Tras saludar a los líderes de todo el mundo, advirtió que “muchas veces no se aplica la misma vara con los países más pequeños” y, si bien aclaró que “Uruguay no viene a mendigar ni a hacer reclamos exagerados”, dejó clara su postura de que debería haber “un sistema de premios y castigos” para los países relacionado a la transición verde.
Entre los hitos en materia económica, el Presidente enumeró: “Ha mejorado el empleo, bajado el desempleo, hay una inversión pública histórica en infraestructura. Una gran inversión extranjera directa, lo que marca una confianza importante”.
A ese panorama, le sumó que “las finanzas públicas están ordenadas y la inflación es la más baja de los últimos 18 años”. Además, resaltó: “Bajamos impuestos y hemos hecho reformas de larga data que se decían urgentes, como la reforma educativa y la reforma de la seguridad social”.
El mandatario se refirió también a la cuestión climática y planteó su idea de que haya “un sistema de premios y castigos” para los países. “Desde temprano muchos jefes de Estado se han referido al tema ambiental. Pertenezco a un país que se ha dado a sí mismo la denominación de Uruguay natural”, comenzó Lacalle Pou.
Sobre esa idea, abundó: “Entre otras cosas, en el país las energías renovables superan el 90%, tenemos una importante reforestación y procesos productivos sostenibles. Sabemos que la economía y el ambiente están íntimamente asociados”.
De hecho, destacó que el país “hace pocos meses ha emitido un bono sostenible, que se basa en premios y castigos, según se cumplan parámetros establecidos en el Acuerdo de París”. Siguiendo esa línea, manifestó: “Estamos convencidos y entendemos que ese mismo sistema debería aplicarse en préstamos internacionales, acceso a mercados, cuotas y aranceles”.
Sobre los alcances de esa iniciativa, apuntó que persigue “no sólo la vocación de sancionar el incumplimiento, sino premiar a quien tiene procesos que son amigables con el ambiente, que son sostenibles” y graficó: “Como nos pasa cuando somos niños, los estímulos a mejorar seguramente harán que las naciones hagan un mayor esfuerzo que va a redituar en las economías domésticas y a nivel global”.
Sin embargo, Lacalle Pou cuestionó que a veces se produce “el pecado de hacer las cosas bien” y prosiguió: “Nuestro país ha logrado un desarrollo humano y económico importante. Gracias a la obtención de estos estándares, muchas veces quedamos afuera de determinado sistema de preferencias, de instrumentos de relacionamiento comercial muy importantes”.
Si bien aclaró que “Uruguay no viene a mendigar ni a hacer reclamos exagerados”, el jefe de Estado apeló “a la responsabilidad internacional para que se actúe en consecuencia si hacemos las cosas bien” y remató: “Eso significa nada más y nada menos que mejorar el acceso a oportunidades”.
Antes del mandatario uruguayo disertaron líderes de todo el mundo, entre ellos sus pares sudamericanos Alberto Fernández (Argentina); Lula Da Silva (Brasil), Santiago Peña (Paraguay), Dina Boluarte (Perú), Luis Arce (Bolivia); y Gustavo Petro (Colombia).