La intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, dio marcha atrás con el nuevo impuesto al transporte y circulación de líquidos inflamables en la capital de Uruguay, y lo consideró «un castigo más» hacia el gobierno departamental por parte del presidente Luis Lacalle Pou.
Las críticas desde el Poder Ejecutivo Nacional no dejaron de oírse desde que se conoció la noticia del tributo que la Intendencia de Montevideo (IM) buscaba aprobar en reemplazo de la tasa de inflamables, declarada inconstitucional por parte de la Suprema Corte de Justicia. De hecho, el gobierno ya había anunciado que preparaba un recurso en contra del impuesto, en caso de que la Junta Departamental lo aprobara.
En rueda de prensa, Cosse admitió que «el tema está perdido porque el propio presidente ha dicho que lo va a impugnar y él es la máxima autoridad del Poder Ejecutivo». De todos modos, aseguró que, en caso de haber avanzado el tributo y su posterior impugnación, sería la primera vez que las autoridades nacionales hubiesen apelado «al artículo 300 de la Constitución para impugnar una definición de cualquier intendencia».
«Yo no estoy para distraerme, para hacerle perder el tiempo a la ciudadanía, para más allá de los detalles en la redacción del impuesto obviamente es algo que no va a salir», señaló.
La decisión de Cosse se dio luego de varias idas y venidas entre la intendenta y funcionarios del gobierno nacional, entre ellos, el mismo presidente que calificó la medida como “un disparate”. En el medio, también opinó el jefe comunal de Canelones, Yamandú Orsi. La intendencia acusó al Poder Ejecutivo de querer ahogar financieramente al departamento con el rechazo al impuesto proyectado.
Frente a las críticas de Lacalle Pou, la intendenta de Montevidio señaló que el jefe de Estado debería estar más preocupado en «devolver 2 puntos de IVA», en referencia al aumento de la carga impositiva que implementó el gobierno nacional cuando asumió.