El Frente Amplio (FA) presentó un proyecto de ley que busca reducir la jornada laboral en todas las áreas del mercado de Uruguay, siguiendo un debate que ya comenzó a darse en diferentes lugares del mundo y que en la región tiene como pioneros a Chile y, más recientemente, a Brasil.
El proyecto propone la reducción la de la jornada laboral semanal a 40 horas, y fue presentado por el senador frenteamplista —perteneciente al Movimiento de Participación Popular (MPP)— Daniel Caggiani. Según el legislador, la idea es “que sea paulatino, cada año se vaya reduciendo dos horas y en cuatro años se reduzca la jornada de 48 a 40 horas».
Asimismo, explicó que el proyecto tiene como objetivo adecuarse a la realidad laboral y a las nuevas tecnologías, considerando importante que los ciudadanos debatan sobre los principales cambios que atraviesa el mundo del trabajo.
En este sentido, Caggiani recordó que Uruguay fue pionero hace unos 100 años en establecer la jornada laboral de ocho horas diarias, mientras que, en la actualidad, el país cuenta con la jornada laboral más extendida de América Latina.
DIFERENTES POSTURAS
Este tema ya comenzó a discutirse desde hace algunas semanas, tras ser instalado por el PIT-CNT durante el acto del Día del Trabajador. Uno de los primeros en expresarse sobre la reducción de la jornada laboral fue el expresidente José Mujica, quien aseguró que «hay que luchar por una jornada (laboral) de 6 horas», y que «está cantado» que en el futuro habrá una disminución de la carga horaria en los trabajos de los uruguayos ante la necesidad de «repartir porque los robots no van al supermercado a comprar». Sin embargo, advirtió la necesidad de que, paralelamente, se trabaje para que una única fuente de trabajo alcance para el sustento.
También el presidente Luis Lacalle Pou se refirió a la propuesta del PIT-CNT, y si bien consideró que no le parece “adecuado ni practicable”, igualmente se mostró dispuesto a debatirlo. “No tendría problema en discutirlo”, reconoció el mandatario, aunque resaltó que lo haría en tanto se consideren tres puntos fundamentales: la carga horaria, la productividad y el salario.
En una línea similar había opinado anteriormente el ministro de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), Pablo Mieres, cuando, luego del acto del Día del Trabajador, consideró que la reducción de la jornada laboral “hoy no está arriba de la mesa”, aunque “en las negociaciones colectivas puede haber sectores que puedan avanzar en eso”.
Por su parte, el intendente de Canelones y primer precandidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi, se había referido al tema previo a Marcelo Abdala. Para el referente del Movimiento de Participación Popular (MPP), la discusión debería darse en Uruguay, pero luego de saldar deudas pendientes en el ámbito laboral del país, tales como la mejora en el salario y en el empleo.
Mientras tanto, desde el sector empresarial primó el rechazo a la propuesta que se materializó en el proyecto de ley frenteamplista. Para los empresarios, la reducción de la jornada laboral “no es un planteo adecuado para el Uruguay de hoy”, tal y como señaló el presidente de la Confederación de Cámaras Empresariales, Diego O’Neill.
En este sentido, también coincidió el presidente de la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay, Julio César Lestido, que consideró que no están dadas las condiciones, y que las medida no se podría “hacer pareja” para todas las actividades.
Asimismo, y en medio de una situación que consideran más preocupante y urgente para el sector como lo es la brecha cambiaria con Argentina, los empresarios consideran que la reducción de la jornada laboral, desde el punto de vista industrial, es una “medida que complica más la competitividad”, la que hoy “no es buena y se agravó por el tipo de cambio”. Así opinó el vicepresidente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), Gabriel Murara, para quien este tipo de reforma “sin duda va a afectar más el empleo”.