viernes, octubre 18, 2024

La crisis hídrica en el país ya amenaza a más de la mitad de la población

La sequía histórica pone en alerta el suministro de agua potable por cañería que utilizan más de la mitad de los 3,5 millones de habitantes. La empresa estatal de agua OSE comenzó a perforar pozos en uno de los principales parques de la capital, Montevideo.

La crisis que generó la sequía durante los últimos meses en el país invitó a tomar al Gobierno Nacional medidas atípicas. La problemática ya pone en emergencia a más de la mitad de los 3,5 millones de habitantes.

“Siempre hay que tener un plan B”, afirmó la geóloga, Valeria Arballo, quien supervisa las perforaciones que se realizan desde hace diez días en plena ciudad de Montevideo en busca de agua subterránea. Las mismas están a cargo de la empresa estatal de agua OSE.

Arballo se encuentra en el Parque Batlle, un enclave verde de unas 60 hectáreas, rodeado de avenidas de intenso tránsito y considerado el “pulmón” de la capital del país.

“Se está perforando en la ciudad de Montevideo debido a la crisis hídrica que se vive en la zona sur principalmente de Uruguay”, explica Arballo, directora de obras de la División de Aguas Subterráneas de OSE, empresa estatal que suministra agua potable a todo el país.

Luego de las primeras perforaciones, se determinó que “dos pozos de 90 y 42 metros de profundidad ya están listos”, y autoridades del ente gubernamental revelaron que el agua hallada “es apta para el consumo humano, una vez filtrada y potabilizada”.

“Montevideo está sobre un basamento cristalino, el acuífero es fracturado y entonces tenemos que encontrar dónde están esas fracturas capaces de poder acumular el agua”, señala Arballo.

Cabe destacar que la principal fuente de agua dulce para Montevideo y sus alrededores es el embalse de Paso Severino, a unos 85 kilómetros al norte de la capital. Pero allí las reservas han disminuido desde hace meses: al 7 de junio había 4.400.000 m3 de un total de 67.000.000 m3 de capacidad, según el último balance oficial.

Una de las primeras medidas de OSE fue, ante la escasez de lluvias desde finales de abril, mezclar el agua dulce de Paso Severino con agua de fuentes cercanas al Río de la Plata, más salobre por provenir del estuario.

La iniciativa generó el repudio de los vecinos que acusaron que el agua “es muy salada”. “A veces tiene un color bastante turbio. Está intomable”, comenta Marcelo Fernández, de 43 años y empleado en un centro comercial.

Las autoridades sanitarias afirman que es agua “segura”. Además, extendieron hasta el 20 de julio los límites máximos de sodio y cloruros autorizados en el agua que OSE distribuye en Montevideo y localidades aledañas, ya aumentados excepcionalmente dos veces.

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