jueves, octubre 17, 2024

El legado sobre ruedas de Mujica: cómo es su VW Beatle 1987

 

En el corazón de la política sudamericana, un simple Volkswagen Beetle de 1987 ha trascendido su papel como medio de transporte para convertirse en un símbolo de los principios del ex presidente uruguayo José Mujica. Un símbolo de la austeridad con la que vive el ex jefe de Estado de nuestro país.

Durante una reciente cumbre del G77 en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, el vehículo fue objeto de interés internacional, al recibir dos ofertas sorprendentes: un jeque árabe dispuesto a pagar un millón de dólares y el embajador de México en Uruguay, Felipe Enríquez, quien ofreció diez camionetas a cambio del emblemático Fusca celeste.

Mujica, conocido por su estilo de vida austero y su cercanía al pueblo, ha declarado que aceptará una de las dos ofertas, aunque no especificó cuál. En una entrevista con los medios, el exmandatario comentó: «Yo no tengo compromiso con los fierros», reafirmando su postura sobre los bienes materiales. Este enfoque desinteresado hacia lo material ha sido una constante en su vida política, donde privilegia la ética sobre el lucro.

El famoso Beetle, que ha sido parte integral de la imagen de Mujica, fue un regalo de amigos y simboliza su conexión con el pueblo uruguayo. Su otro automóvil, un Fusca azul oscuro, es descrito por él como «medio calandraca», lo que resalta su carácter auténtico y su rechazo a las ostentaciones. Sin embargo, Mujica no duda en enfatizar que el valor emocional de su perra Manuela es irreemplazable, señalando: «Si me plantean por Manuela, la cosa cambia».

Mientras el mundo mira con atención su salud, el viejo Fusca celeste continúa su travesía, recordándonos que, en la política como en la vida, lo verdaderamente valioso no siempre está en el precio que se le asigne.

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