El expresidente uruguayo José Mujica fue ingresado este martes por la mañana en el sanatorio Casmu, donde permanecerá en observación durante las próximas 24 a 48 horas. Esta hospitalización se produce tras las sesiones de radioterapia a las que Mujica se sometió recientemente para tratar un cáncer de esófago. La razón de su ingreso actual se debe a complicaciones surgidas durante el tratamiento en su hogar, donde tuvo problemas para recibir suero debido a dificultades para localizar una vena, exacerbadas por una vasculitis crónica.
El exmandatario, que lideró Uruguay entre 2010 y 2015, está en el proceso de realizarse estudios adicionales para controlar sus valores y evaluar la evolución de su enfermedad. Según fuentes del Movimiento de Participación Popular (MPP), Mujica sufrió una serie de contratiempos durante su tratamiento domiciliario, lo que motivó su retorno al hospital.
Durante una reciente entrevista con The New York Times, Mujica expresó un tono filosófico sobre su situación, reconociendo la belleza de la vida a pesar de sus dificultades. «La vida es hermosa. Con todas sus peripecias, amo la vida. Y la estoy perdiendo porque estoy en el tiempo de irme», dijo el expresidente, quien también reflexionó sobre el sentido de la vida y la necesidad de buscar la felicidad más allá de la riqueza material.
Mujica, de 89 años, ha estado esperando los resultados finales de su tratamiento. La ecografía realizada recientemente no mostró irregularidades, aunque aún resta la endoscopía para confirmar la desaparición del tumor. A pesar de un diagnóstico clínico relativamente positivo, su esposa, Lucía Topolansky, indicó que el exmandatario está enfrentando una debilidad considerable y necesita tiempo para recuperar fuerzas. «Él está bien, pero peleando para poder estar mejor», comentó Topolansky.